RUTA RETRO: AÑO 2009, SIN GPS
Después de una dura cosecha
e inspirada por el inmenso Helio y el prolífico Pocholo, unos amigos virtuales, me escapé a Arbeyales, para subir por la Foz de La Güergola
fiesta de agua y caliza
el invierno se despide
y ya fuera de la corta Foz me dirijo a la derecha hacia la primera braña que visitaré
paso a paso
poco a poco
ganando altura sobre la foz
acordándome de Cienfuegos, otro virtuoso de la red
hasta llegar a Ordiales de Arbeyales
desde esta camperina
Si tuviste poco con la subida, puedes encaramarte a lo más alto del cordal que hemos atravesado por la Güergola y ver la cuenca del Saliencia, te lo aconsejo
con Arbeyales allá abajo
Y la nieve en la cabecera del Valle
Para luego bajar a la braña. Aquí hay que perder el tiempo a placer
disfrutar de una arquitectura de siglos
con las vacas del Patillas, que así me dice le llaman. Detrás el Michu
Este señor, pastor en la braña, enseguida te gana con su hospitalidad y elocuencia, siempre dispuesto a matar el día charlando con algún forastero.
¡Que curioso! comparándolo con una foto que le hizo papá hace tiempo, te das cuenta de como pasa la vida y lo duro del invierno somedano
ya es hora de proseguir el camino y tras una ojeada al mapilla
dirijo mis pasos hacia la siguiente parada, Braña de Murias
que todavía está a una tirada
pero a la que se llega en un agradable paseo siguiendo la pista que proveniente del pueblo de Saliencia conecta las brañas bajas.
Afortunadamente aún queda día por delante y una puede disfrutar de Juan, quien está echando un pulso al siglo. Hoy pasó el día cuchando en la Braña y sigue subiendo por la Güergola en burro.... ¡a pesar de la pista oiga!.
Si pudiera adoptar a un abuelo en Somiedo, el mío sería Juan, disfruto de la gente sencilla y Juan es todo bondad y ternura, me cuenta miles de historias, habla con pasión de sus colmenas, de como se vivía antes... Quedó marcado por los desmanes de la guerra y prefiere estar aquí en las alturas, donde escapa de mañana. Se hubiera quedado si su hijo no sube a buscarlo. Es cura,-dice Juan-, pero yo sólo veo a un hijo preocupado por su padre
Y bajando hacia la Güergola, cuando la sombra del Michu me atrapa y anuncia el final del día, veo enfrente la subida de la mañana, la nieve marca las zetas del camino y en la collada se recorta "el paraíso del Patillas" que no suele bajar al pueblo por la Foz, sino a derecho por un atajo hasta la carretera. Me recuerda a Tino el de Ostón, que también prefiere el atajo a tropezar entre les piedres. Por mucho que los turistas dibujemos las rutas por caminos hoy descarnados, ellos siempre huyen de lo penoso. No en vano están trabajando y ahí no valen ligerezas, hay que resolver
Y aunque a la entrada del pueblo parezca agotada
PD.- Va siendo hora de visitar el Michu. Cualquier día desde Braña Tuiza me animaré en homenaje al maestro Ortega (el de Turón) y sus cien montañas.... Por si acaso la encuentro vacía, no voy a bajar a Murias. A tí te pido que no cuentes aquí quien ganó el pulso al siglo, pues en mi memoria siempre que me acuerdo de las barñas somedanas, veo a Juan metido en faena. A mi llegada se para, se asea la cara en un tris, se desviste la boina , asoma una sonrisa sincera, da las tardes y enseguida sabes que allí uno es bienvenido.